Por Alexander Martínez (TrizasDePapel)
Debajo de mi piel
existe un animal
con adicción al hedonismo;
es una criatura de cristal,
un bípedo que rompe la quietud
de la conciencia
por el vicio y la lujuria.
Este animal
no se diferencia tanto de los otros,
el mío gusta de expandir
sus pupilas entre caladas
de hielo para escapar
de la celda de la sociedad.
Él arranca de mi toda identidad
hasta dejarme sin ideas,
sin religión, sin juicio.
Da rienda suelta a su naturaleza
y se consagra en la habitación de la carne.
Es un sediento de sangre,
un filo encendido de flores
donde se corren los demonios
que escondemos en la parodia
de nuestra normalidad encorbatada.
Este animal es un experto en acechar;
investiga poro a poro
sensaciones artificiales
hasta hacer de su gloria
la raya blanca que cruza el mar del placer.
Su color es un arrebato
de humos traslúcidos.
Tiene como premisa
incinerar la vergüenza,
dejar de lado toda idea de espiritualidad
y enseñarme lo terrenal de la oscuridad,
es una ruptura de toda moral,
un ajedrez de pensamientos
donde se ejecuta
un perfecto jaque mate al rey del miedo,
es una caída sin alma,
un observar en la cueva
de la sombra sin esperanza de luz,
es caminar de pies invertidos
hacia el deseo pecaminoso
de asistir al mismísimo infierno,
un follar desde el vicio
con la sombra del amante
hasta escuchar el eco de un orgasmo
donde Dios no interviene.
Woooow!
Perfecto !!!
Pocas veces leo algo bueno referente al consumo del cristal, pero hay personas que tienen la virtud de crear arte con la basura!
Felicidades por tu composición!