«Trazos de éxtasis: la danza prohibida del chemsex» – Concurso Relatos 2023 – 3º Puesto

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Escrito por Quebrado Danzante

En un rincón oscuro de la ciudad, donde las sombras danzan al compás de secretos prohibidos, me encuentro en un espacio clandestino que corroe las almas y las envuelve en una red de placer y autodestrucción; asisto a un baile macabro de química y deseo desenfrenado en un mundo al que accedí siendo nocturno y ahora también es vespertino y diurno. 

Las luces parpadeantes iluminan nuestros cuerpos en éxtasis mientras sustancias prohibidas circulan de mano en mano, de boca en boca, buscando una conexión efímera que se convierta en una huida desesperada de mi mierda de realidad. Las paredes de esa casa atestiguan, silenciosas, encuentros efervescentes en los que la euforia, la pasión, la desesperanza y el abismo se entrelazan desenfrenadamente. 

Y, de repente, esos cuerpos marcados por la soledad se convierten en un espejismo que ahonda en nuestras heridas emocionales y se transforman en el anestésico que calma nuestra angustia interior y en el veneno que corroe nuestras esperanzas de un futuro mejor. 

En esta danza infernal de almas sedientas de amor y aceptación, de miradas perdidas, de gemidos ahogados y gritos silenciados que buscan desesperadamente ser escuchados, hay vidas que se pierden entre los pliegues de las sábanas.

La noche se vuelve eterna, como un recordatorio cruel de una realidad que acecha en la oscuridad. Y en las sombras de mi submundo, me rodeo de otros corazones desgarrados que también buscan sanar y anhelan un rayo de luz que disipe esta oscuridad. Y así, entre la euforia y la desesperanza, entre el deseo y la redención, la danza del chemsex continúa su vertiginoso compás. 

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