“Hay noches que no se nombran.
Hay cuerpos que se funden con el humo, y nadie pregunta por qué.
Hay miradas que se pierden entre luces estroboscópicas y alientos prestados.
Y luego está el amanecer.
Donde algunos despiertan.
Y otros siguen huyendo.
Este no es un relato sobre lo prohibido.
Es un relato sobre lo humano.
Sobre el fenómeno del chemsex como espacio donde el deseo se mezcla con la urgencia, donde el dolor encuentra consuelo en la euforia, y donde el amor —aunque sea fugaz— arde con más verdad que muchas promesas eternas.
No escribo desde el juicio.
Escribo desde dentro.
Porque yo también he respirado ese humo.
Yo también he esperado en la arena.
Yo también he amado sin saber cómo sostener el amor.
Este evangelio no busca enseñar.
Busca recordar.
A todos los que luchamos por amarnos cada noche
y seguimos respirando cada amanecer:
el amor es nuestro, siempre.
Yo soy TALEN.
Y esto que escucharás no es ficción.
Es memoria sagrada.
Es cuerpo abierto.
Es lo que queda cuando ya no queda nada,
y aún así…
elegimos volver a mirar.”
TALEN
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