1 piña = 1 euro!

Loading

 

Hoy, camino a la frutería, me he encontrado con esta pintada. No me supone ningún trastorno, ni trigger, ni nada, pero sí me ha sorprendido encontrar una pintada así en mi barrio, en mi calle. Y me hace pensar en cómo se debe haber extendido la tina en la ciudad, en nuestras vidas. Sobre todo en el colectivo gay. Está claro que también hay heteros que la consumen, pero en el mundo gay del chemsex es la reina en todos los saraos. Bueno, en los míos no. Yo decidí dejarla hace 6 meses.

Mi última sesión con tina fue en Semana Santa, y tras el bajón habitual paranoide de costumbre, recorriendo hospitales en busca de un diagnóstico que no existía más que el del propio bajón post-consumo, decidí que era la última vez, que aquella había sido mi despedida tras 4 años de consumo de tina en slam. Para nada era un consumo problemático o abusivo, ya que consumía cada 2 o 3 meses. Pero los efectos post-sesión, los bajones infinitos sin poder tocar fondo durante semanas, las paranoias, el destrozo físico y mental me hicieron ver que ya tenía suficiente.

Algo hizo clic en mi cabeza, y la etapa de la metanfetamina en mi vida se acabó en ese momento. Rotundo. Y así hasta ahora. En este tiempo no he tenido, ni tengo, ganas de volver a consumirla, ni trigger, ni nada. Al contrario, siento cierta repulsión. Y todo porque llegué a la conclusión de que no me valía la pena el momento diversión frente al destrozo mental y físico de después. 

No he renunciado a mis sesiones, y cada 2 o 3 meses me pego mi fiesta, pero lo hago en el mundo de las catinonas. 3MMC, mefe, 3CMC… Me lo paso genial, y no acabo destrozado como con la tina. 

Vale, lo reconozco, el rush y el colocón no es tan fantástico como con la T, pero me compensa porque los efectos post-sesión no resultan tan catastróficos, y a día de hoy puedo decir que no quiero renunciar al chemsex, no quiero renunciar a mis sesiones de descontrol, de diversión, de evasión… Mientras siga en un consumo esporádico y controlado, el chemsex forma y formará parte de mi vida.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *