Aceptas vivir la desgracia del bajón, la paranoia en tu cabeza, el desánimo, el hueco en el pecho y el cansancio absoluto de cuerpo y mente… aceptas desconectarte del dolor y olvidar el trauma por unos días, aun sabiendo que después vendrá una agonía y desesperación.
Desde una edad muy temprana mi curiosidad por el sexo masculino era muy notoria, me gustaba ver mis amiguitos orinar, me causaba cierto interés y atracción física y sexual, aun cuando a esa edad no sabes de que se trata, después vinieron un par de abusos a temprana edad que para mí eran juegos.
Mi primera droga para uso en sexo fue el alcohol, recuerdo emborracharme y tener blackouts amaneciendo en cama de extraños, para mí nunca significo una gran cosa, pero si note que lo hacía muy a menudo.
Después llegó la cocaína, que en un principio la usaba para mantenerme delgado, hasta que con mi primer novio consumíamos mucho de fiesta y después follábamos, pero era todo parte de la discoteca y amigos.
Todo se tornó realmente serio cuando en mi 23 aniversario me metí en una página de contactos y di con una pareja de tíos 20 años mayor que yo. Ese día había muchos juguetes sexuales, un sling y una mesa con cocaína, éxtasis, GHB y poppers. Jamás voy a olvidar el subidón de ese día, duré todo el fin de semana con ellos y descubrí cosas que ni me imaginaba que existían.
Comencé a llamarle CHEMSEX después de una visita a LEIPZIG, ALEMANIA dónde presentaron un documental con este nombre. En él, se entrevistaba a chicos que practicaban chemsex y quedé muy en shock porque en algunos de ellos era muy evidente un grave deterioro mental.
Con mi segundo novio no podíamos tener sexo sin Popper, marihuana y gin tonics pero como era algo de pareja, no lo veía tan grave.
En 2019 a vísperas de pandemia en Berlín comencé a ir a chills casi todos los días y ahí fue donde conocí la tina o crystal meth, que es la raíz de todo un sinfín de inconvenientes y oscuridad que vengo arrastrando y trabajando para poder salir de ella. Es una droga que al principio te da todo lo que quieras en sexo, tiempo, diversión, morbo, pero siempre hay un precio que hay que pagar y es muy alto, tu equilibrio mental.
Christian
Yo no veía muy bien que a los gais pero con mucho menos que 20. Me sentía atraído a los amigos del colegio . En una salida con amigos ya con unas copas me salí de ahí y me dispuse a tomar un taxi , pero en la espera pasaron dos tíos en auto y me ofrecieron llevarme y yo entre mareado y caliente , entre miedo y emoción me subí , me ofrecieron cerveza y acepté y me ofrecieron cocaína y no me neguéy, me di cuenta de lo que querían y me llevaron a su casa .. ahí encendimos un porro de hierva que terminó por dejarme libre de penas de culpa de mis problemas para aceptar que lquería probar de todo con un tío y valla cosa ..que estaba con dos que ya empezaban a retarme a quedarme en pelotas igual que ellos y lo demás vaya ..que te cuento , que no hubo límites de nada me hicieron de.todo y cosas que ni imaginaba que se pudieran hacer , dos días de perfecta locura sexual , bueno que ni dormido paraba la cosa , claro que después todo fue arrepentirme por que ademas de todo eao , un incontable número de fotos y videos que mucho después supe tenían, me orillaron a seguir viendoles además de la necesidad de poder consunir todo aquello y que decir de lo sexual… Ojalá no hubiera pasado de esa manera intente por mucho tiempo buscar borrar reportando los sitios web donde estában las fotografías y videos donde yo aparecía pero fue en vano , ya no soy ese chaval. , así que me arrepiento.. Trato de no precindir más de sustancias pero no ah sido fácil .. saludos