VEINTIDÓS: Secretos y silencio

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Los secretos se guardan mediante el silencio, eso todo el mundo lo sabe. Pero lo malo es que, a veces, el silencio se va expandiendo dentro de tí y acaba haciéndote explotar en el momento menos indicado y sobre las personas que menos lo merecen. Y eso a mí me ha pasado demasiadas veces, sobre todo con mi familia.

Conmigo siempre he guardado muchos secretos. Algunos de ellos me los han contado, otros los he escuchado detrás de las puertas de casa. Pero muchos de ellos son míos propios, los cuales, hubiera sido mejor no habérmelos callado. Pero siempre lo he hecho, pensando en que lo hacía por mi bien o por el de los demás.

Algunos de esos secretos han sido el bullying que recibía por parte de mis compañeros de clase por ser el niño regordete de clase, o el ser gay, o el seropositivo, o el último, el uso de drogas de forma habitual y constante.

Esos secretos me los callaba para mis adentros, e iban engordándose con el tiempo. Y en el peor momento, con la peor tontería, explotaba frente a alguien, con gritos, alaridos e incluso lloros.

Pero llegó un momento en que descubrí como hacer bajar esa presión que tenía en mí junto a todos los secretos que iba acumulando y que no decía. Y esa fórmula mágica era usar las drogas. Las drogas me ayudaban a tranquilizarme en esos momentos en que quería y podía haber explotado. Hacían que la realidad que estaba viviendo en esos momentos fuera mucho más agradable, ya que mi mente se libraba de todo ese peso y sólo pensaba en divertirme.

Cuando murió mi abuela y fui al pueblo a su entierro fue una de las primeras veces que me di cuenta de que tenía un problema. Pero en ese momento, no podía pedir ayuda a nadie. Pensé que era el momento de mi padre, porque era su madre quien había muerto. Y dentro de mí, por mi propia forma de pensar, me dí a entender a mi mismo, que era él y no yo el que debía de llorar esa muerte.

Y así hice, durante ese mes y medio desde su muerte hasta que exploté. No la lloré más que dos veces: la primera vez el día de su muerte y la segunda vez, el día del entierro. La forma en que conseguí que mi cerebro y mis pensamientos se apartaran de ese momento era siempre el mismo método. El usar la pipa de cristal y la tina, día y noche, tanto en el trabajo como en casa. Me daba igual, ya que eso me ayudaba a seguir adelante.

Y llegó el día en que exploté, y lo hice de la forma más tonta y en el peor lugar. El dia anterior fue el funeral en memoria de mi abuela en Barcelona (ya que el funeral con la familia fue en Badajoz). Y cuando llegué aquella mañana, mi jefa me preguntó cómo estaba. Así que giré la silla, la miré y me puse a llorar. Y lloré durante tanto rato que incluso el director de la oficina me pidió que me fuera al médico y que me dieran una baja de un par de días, que lo necesitaba.

Fui al médico de cabecera, le expliqué todo lo que me pasó y él fue la primera persona en mi vida que me hizo la recomendación de que las cosas mejor no callárselas y justo después, me dió una baja de dos semanas por depresión.

Esas dos semanas las aproveché a fondo… Tan a fondo como que no salí de mi habitación en todo ese tiempo. Sólo para comer con mi familia y para ir a por más provisiones de tina cada vez que se me acababa. Y eso me hacía mal, mucho más mal. Pero me daba igual, porque yo era feliz.

Ahora me doy cuenta de que esa forma de actuar no ha sido siempre la mejor, ni para mí, ni para nadie de mi alrededor. Y ahora, siempre que tengo la opción o el momento, pido perdón a esas personas por la forma en que actuaba.

Y como dice Charo a Paquita en Paquita Salas “¿No te cansas nunca? ¿No te cansas de guardártelo todo para tí?”, refiriéndose a sus continuos secretos. Ese momento, a mí me emocionó, ya que me ví reflejado… porque yo sí que estoy cansado de tantos secretos y silencios en mi vida. Pero que a veces, por tal de no hacer más daño del que creo que he hecho o estoy haciendo, los sigo guardando dentro de mí.

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5 respuestas a «VEINTIDÓS: Secretos y silencio»

  1. wow this is my story too. I even lost my grandmother in my addiction. Yet I keep going back to the drug to make me Happy. I wish i had never met tina. I love this story cant wait for another. thank you

    1. You are more than welcome Jalecs. I am sorry to hear about your story. Do not hesitate to contact our NGO if you want or need any help. And also, keep visiting our blog, as we try to have new entries every Wednesday and Sunday.

  2. Me alegro por tí que hayas dado este paso de publicar tu experiencia, que por un lado te ayudará a soltar una parte de la carga que estarás llevando al mantenerlo en secreto y por la otra, harás tu contribución para muchas personas que ahora mismo están pasando por tu situación y que se puedan ver reflejadas con tus palabras y que con esto tomen conciencia que es muy favorable hablarlo con alguien de su confianza, que sepan que no son bichos raros. Yo he estado experimentando con el chemsex durante mucho tiempo, también llevándolo en silencio hasta que dije: No puedo mas con esto, realmente no me está aportando nada positivo.
    Gracias por tu aporte a esta gran causa de ayudar a quienes sientes que desean dar un giro a su vida.

  3. He leído ya la mayoría de tus escritos en este blog y tengo que decirte que es como si estuvieran relatando mi vida desde un espejo.

    A veces no son las ganas de consumir si no las ganas de saber que no estás solo y que alguien más ha logrado salir de esto.

    Saludos desde la tierra de la pirámide y volcán en MX.

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