Por Letra H
Mañana me vuelvo a ir de casa de mi familia después de 3 años y medio, una pandemia por en medio, un cambio de grado universitario, un cambio de forma de ser, de expresarme. Y justo el día antes de mudarme, cuando creo que ya estoy preparado para todo, me doy cuenta de que aún no estoy preparado para todo. Nunca os ha pasado que quieres dar un paso adelante y de repente te tropiezas con una piedra inesperada que ni sabías de su existencia. Pues a mí me ha pasado, y cómo me genera malestar, he decidido compartirlo con vosotres, por si os sentís identificades.
Mañana me mudo a un piso de estudiantes, con compañeros de universidad y justo un día antes de firmar el contrato, cuando ya parecía que estaba todo bien y aclarado, deciden que la distribución del pago no es correcta. Mi primera vez en un conflicto de piso. Y para muchos será una situación de lo más normal: “pues dices que no estás de acuerdo, al día siguiente lo aclaráis y ya”.
Pero aquí es donde me doy cuenta de que me queda mucho por aprender. Esta situación se ha convertido en una desestabilización de mi estado emocional. Me he sentido culpable de defender una posición. He tenido que hablar con mi madre, mi tía, mi mejor amiga, para verme capaz de dar una respuesta acorde a mis intereses y aun así, después de enviar el mensaje, me he sentido la peor persona del mundo y aquí estoy escribiendo. Las ganas de consumir después de todo este caos de emociones no me lo quita nadie, pero quizás esta es la primera vez que como solución no acabo recurriendo a una situación de consumo
Al final llego a la conclusión que de todo esto sacaré algo y que la próxima vez quizás le daré un poco menos de vueltas a la cabeza, necesitaré un poco menos de apoyo externo, seré un poco más firme al defender mis convicciones, escribiré más y pensaré menos en consumir.
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Eres muy valiente de escribir esto por aquí y ser tan honesto y sincero. Todos pasamos por problemas en la vida, y aunque ahora este se te haya hecho un mundo, seguro que en el futuro miras atrás y ves que superaste este bache y cualquier otro que se te ponga en el camino.
No te conozco, pero me siento muy identificado contigo en cuanto a las ganas de consumir se refieren cuando vienen los problemas. Y sólo quería decirte que ole tú por ser capaz de solventarlo sin recaer, pero también que no pasa nada si algún día tropiezas. Todos lo hemos hecho.
Ánimo campeón!
Como agua para labios. Una cachetada de mar en la cara. Gracias amigo. No somos especiales peri iguales. Valor y Amor.
-J desde Chicago
Después de varios meses sin consumo, el fin de semana pasado lo volví a hacer, siento una culpa impresionante pero sin bargo e seguido usándolo, creo que no tengo la fuerza suficiente para salir de esto