Sé que nunca fui muy importante para ti. Todas las veces que nos veíamos sabía que desaparecía de tu cabeza en cuanto salía por la puerta. Aún así no me avergüenza admitir que tú sí que dejaste una huella indeleble en mi memoria. Un pinchazo y un moratón. En mi memoria, en mi trayectoria vital, en mi manera de gestionar el afecto hacia los demás. Continuar leyendo «Carta al aire»
Las paranoias son unas sensaciones angustiosas que te hacen creer ver o sentir cosas. Estás convencido mentalmente de que eso que se cree que pasa es real. Y aunque uno mismo o alguien del entorno haya demostrado que no es real, tú lo sigues creyendo. Cuando empiezan las paranoias es difícil discernir si eso que estás viendo, oyendo o incluso oliendo es real o mentira.
Aquella mañana de febrero me desperté de un pequeño KO técnico no previsto durante la noche anterior en casa. Después de desayunar volví a mi habitación y cuando ya hice la cama abrí el portátil de nuevo para usar Zoom. En ese momento vi que casi no me quedaba tina. Así que cogí la mochila y me fui para casa de mi camello. Continuar leyendo «DIECISIETE: Y llegó la ostia»
Hace 2 semanas encontré a un chico guapo en cierto lugar. Platicamos y me dijo: Te gustan las chems? y yo le dije sí. Me invitó a su casa, y yo encantado, porque es un chico muy simpático, atractivo, pero sobre todo se portó conmigo muy bien.
Al poco tiempo de morir mi abuela me dije a mí mismo que era momento de parar toda la locura que estaba llevando en mi vida. Y es por esa razón que decidí ir a hablar con mi doctor de cabecera en el CAP para hacer terapia. La decisión de contárselo a él y pedirle ayuda fue en gran medida. Lo hice porque con él tengo confianza y ha sido mi médico desde los 14 años. Continuar leyendo «DIECISEIS: La vez que intenté parar»
Una madrugada de fin de semana, estando ya harto de estar encerrado toda la noche en casa con el Zoom, abrí el Grindr. Acabé encontrando a un chico que me invitó a la casa donde estaba con dos colegas suyos. Raudo y veloz, empaqueté algunas de mis cosas y me pillé un taxi desde casa para llegar hasta Sants. Continuar leyendo «CATORCE: Los fines de semana de la marmota»
No sabéis la cantidad de veces que me han dicho que no en la sauna algún tío soltándome un “¡paso tío! ¡a mí no me van esas mierdas que tomas!” refiriéndose a todas las drogas que llevaba y usaba. Después veía como esos mismos, muchas veces, iban por ahí paseándose con su botecito amarillo de popper.
De estos grises días de Agosto me acordaré toda mi vida. Un jueves por la mañana, estando en la oficina después de volver de vacaciones (una semana de fiesta y Circuit y otra semana en el sur con mi familia), mi padre me llamó para decirme que volverían el sábado a casa, adelantando el viaje. La razón fue que les llamaron desde la residencia donde estaba mi abuela diciendo que ya no iba a durar demasiado.Continuar leyendo «ONCE: Muerte, duelo y drogas, un mix explosivo»
Era un Circuit con el que empecé yendo al concierto de Beyoncé, al que fui con un amigo argentino (del que ya hablaré en otro momento) y un amigo suyo de Madrid. Era la primera vez que iba a un concierto de estas características (os lo recuerdo, hasta hacía bien poco, rara vez salía de fiesta o hacía algo de lo que normalmente mucha gente suele hacer desde los 18 años o antes). Y para amenizarlo, me tomé junto a mis amigos, un poco de éxtasis. Continuar leyendo «DIEZ: Fiestas y más fiestas»
MI PRIMERA CITA CON LA MAYOR DE LAS REINAS Y EL FOLLETEO CON DESCONOCIDOS
La primera vez que probé la metanfetamina fue con 22 años en el 2015, un vecino me insistía casi cada fin de semana a que fuera a una chill que organizaba en su casa. Nunca antes había participado en una, me había montado juergas pero con colegas. Ese año fue justo cuando el chemsex estaba en auge en España, casualmente después de que varios medios de comunicación se hicieran eco del documental Chemsex de Vice con títulos tipo “Gais, sexo y drogas. Una moda peligrosa” y, aunque no sea una moda, los chills se multiplicaron. Si no habéis visto el documental, os lo recomiendo si queréis conocer una pequeña parte de la realidad del follar con drogas, la más extrema y problemática. Si estáis pensando que por llamarse como el fenómeno, iba a representar todas las realidades objetivas, os equivocáis. Continuar leyendo «Como la tina salvó mi vida – Primera parte»
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra Política de Cookies.
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.